jueves, 20 de enero de 2011

EL AGUA Y LA SALUD - Parte I

Aun cuando el agua sea una de las mayores bendiciones de la vida, comúnmente se pierde de vista este hecho, porque es un elemento muy abundante y, por lo común, gratuito. Tal vez se apreciaría más si se tuviera que pagar diez centavos por vaso, como ocurre en algunos lugares desérticos del mundo.
El agua es muy importante para la salud. Está contenida en todas las células del cuerpo humano. De hecho, el cuerpo de un adulto normal contiene unos cincuenta litros de agua. El agua constituye un setenta por ciento del peso del cuerpo. Aun los huesos tienen de un treinta a cuarenta por ciento de agua.

Los diversos procesos de la vida dependen del agua. Uno ni siquiera puede usar el oxígeno que respira, si no fuera, porque los tejidos pulmonares se mantienen constantemente húmedos. La evaporación del agua ( en la transpiración) a través de la superficie de la piel, es un factor esencial para regular la temperatura del cuerpo. Las diversas sustancias contenidas en los jugos digestivos deben ser llevados en solución. La sangre tiene una gran proporción de agua. La eliminación de los desechos del cuerpo, a través de los riñones, depende de la presencia del agua.

Los diversos líquidos del organismo requieren cantidades específicas de agua: no admiten más ni menos. Cuando un órgano requiere más agua, esta es rápidamente transportada de alguna parte. Pero por lo que hace a la cantidad total de agua que existe dentro del cuerpo, esta debe ser mantenida en forma constante. Si esta cantidad varía más que un diez por ciento, sea en exceso o en déficit, se producen serios síntomas. Y si la cantidad varía en un veinte por ciento, se produce la muerte. De manera que una persona debe tener cuidado de tomar un poco más de agua de lo que realmente necesita: como para estar segura de que la demanda de su cuerpo es completamente satisfecha.

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